Como ya lo hemos mencionado en este blog, en Tingua Hidden Journeys creemos en el poder de las historias, especialmente aquellas que llegan a nuestros viajeros y después viajan y se esparcen por el mundo. Desde hace algunos meses, estamos preparando un gran proyecto con el que queremos encontrar nuevas formas de contar historias, empezando por el centro de nuestra ciudad: Bogotá. Este proyecto lo estamos trabajando en asociación con Imán Music, y en su primera etapa lo desarrollamos con los historiadores Ginna Ortega y Francisco Guerrero. Para empezar a presentarles el proyecto, le hicimos a Ginna algunas preguntas sobre su experiencia y su visión de Bogotá, y nos contó una experiencia muy interesante en un prostíbulo de la ciudad. Aquí te compartimos sus respuestas.
Hola, mi nombre es Ginna Ortega,
Soy realizadora audiovisual e historiadora. Trabajo sobre todo haciendo películas como script o continuista, y trabajo también haciendo documentales. Con Tingua he trabajado participando en la elaboración de una audio guía, un audio tour, que gira en torno a la historia bogotana. Nos enfocamos en un solo espacio pero desde allí podemos explorar muchos elementos de lo que ha sido, es, y creo que en buena medida será, la historia de Bogotá. Creo que con este proyecto he tenido la oportunidad de combinar dos conocimientos en los que me muevo, por un lado la investigación histórica y por el otro, la narrativa: Cómo hacer todo este conocimiento histórico agradable para un turista, sin atiborrarlo de información, pero también dándole ciertas herramientas o elementos para que se dé una idea de lo compleja que es la ciudad de Bogotá.
Lo que más me ha gustado al escribir este guion e investigar la historia de un lugar (que en este caso es Bogotá) ha sido descubrir cada vez más cosas. Siento que los espacios, las calles, las casas en general, son huellas de un pasado. Y es un pasado tremendamente interesante, un pasado que en la medida que uno va explorando, habla mucho también del presente. Lo que me ha gustado ha sido descubrir cada vez más cosas, sobre todo porque Bogotá es una ciudad que yo habito, que yo conozco porque nací acá, porque he crecido acá, pero que me parece un escenario absolutamente inagotable en términos de información, en términos de todo lo que nos falta conocer y explorar y creo que eso es lo que más he disfrutado en este caso en particular.
Creo que uno de los valores agregados de un recorrido como los que propone Tingua es que tiene una intención más allá del dato. En un recorrido de Tingua ustedes van a poder encontrar una experiencia, y es una experiencia que está atravesada por conceptos, por miradas críticas sobre la ciudad o sobre el espacio, miradas que pretenden ir más allá, que es lo que uno quiere cuando viaja. Cuando uno viaja el dato por el dato mismo no es suficiente, lo que vuelve interesante es cuando hace parte de una narración. En este caso me parece que el recorrido que está proponiendo Tingua en torno a Bogotá es un recorrido que está marcado por preguntas sobre los contrastes de la ciudad, sus contradicciones, todo lo que nos convierte en un lugar muy particular.
Otro de los elementos que me parece interesante es la intención de innovar en términos tecnológicos, porque Tingua está pensando en recorridos no solamente interesantes en términos del sus contenidos, sino también de la forma. De ofrecer una experiencia sonora, que no solo sea la narración de un espacio, sino también cómo la dimensión de lo sonoro puede ampliar esa experiencia de estar ahí. Creo que eso es algo maravilloso, es algo innovador, también lo digo como viajera, no es fácil encontrar este tipo de cosas. Y un último elemento que es valioso de los recorridos que está planteando Tingua, es que son recorridos sencillos pero contundentes, es decir, los turistas no necesariamente tienen que explorar grandes espacios, cansarse, gastar todo el tiempo del día, sino que con pocas zonas uno puede darse una gran idea de lo que es la ciudad, y a partir de allí comenzar a explorarla.
¿Puedes contarnos una historia escondida de Bogotá?
Historias escondidas de Bogotá creo que hay muchas, y algunas de ellas aparecerán en los recorridos que propone Tingua, no les voy a hablar de esas historias, sino de una experiencia personal que me conecta mucho con esta ciudad y que habla precisamente de esos secretos que guarda este lugar. Aquí, hace unos años, vivió un escritor colombiano muy importante que se llamaba León de Greiff. Él es un referente en la literatura colombiana y su obra es absolutamente maravillosa. Cuando él vivió acá en Bogotá, vivía en un sector que, en su tiempo, era elegante en el centro de Bogotá: El sector de Santafé. Era una zona residencial donde vivían personas con cierta capacidad adquisitiva y prestigio. Pero, por múltiples motivos, ese sector cambió radicalmente. El paisaje que ustedes van a encontrar hoy en día en Santafé es totalmente distinto porque es un sector popular y de zona de tolerancia, allí hay muchos prostíbulos de todos los estilos, y es una zona que básicamente está plena de las dinámicas asociadas a la prostitución.
Hace unos años, en uno de esos prostíbulos, uno grande porque era como un edificio, encontraron unos textos de León de Greiff. Según entiendo, era en la casa donde él vivía, o cerca de su casa. Cuando se encontraron estos textos, que eran inéditos, decidieron exponerlos en ese mismo espacio. Varios artistas y curadores se tomaron el prostíbulo por un tiempo, y en los pisos del prostíbulo se iban colocando los textos del autor, y se hizo toda una exposición. Fue muy interesante porque un espacio que, desde cierta perspectiva, una persona podría verlo con prevención, se convirtió en un espacio de exhibición artística. Y uno, como espectador, llegaba a esta zona, a un prostíbulo, a tomarse un trago, a conocer el espacio, vivir ese ambiente y recorrer el lugar para conocer los textos inéditos de León de Greiff. Me pareció una experiencia alucinante, no sólo porque estaba conociendo estos textos de un artista que personalmente admiro, sino que todo el entorno le daba una atmósfera, un valor especial a ese tesoro que estaba ahí. Este tipo de experiencias son cosas que uno puede ir encontrando en la ciudad, cosas que pasan, secretos que surgen y que uno puede conocer y le dan otra dimensión a muchas cosas, en este caso en particular me permitieron habitar un espacio que usualmente no habito: El barrio Santafé.
¿Cuál es el tesoro escondido de Bogotá que más te gusta?
Yo creo que el tesoro escondido de Bogotá, el que más me gusta, es la gente. Bogotá es una ciudad muy loca, muy caótica, y en esa medida también es muy interesante porque uno puede encontrarse personas de todos los estilos, haciendo todo tipo de actividades desde lo comercial, hasta lo artístico, lo intelectual. Es difícil aburrirse en Bogotá porque la ciudad agrupa muchas apuestas, muchas búsquedas, y creo que ese es su mayor tesoro.
¿Qué has hecho para disfrutar tu tiempo en cuarentena?
En esta cuarentena me he dedicado a hacer lo que me gusta, por fortuna, que es seguir creando proyectos para hacer cine (en el futuro, porque ahorita no podemos rodar, pero en algún momento lo podremos hacer), y este tiempo ha sido para abonar semillas para que cuando podamos salir de la cuarentena, podamos construir cosas, proyectos, películas, esa ha sido mi gran actividad de la cuarentena. También hay actividades más cotidianas que he disfrutado mucho, cocinar me parece chévere, hacer yoga, estoy aprendiendo cosas de collage, en fin. Creo que la cuarentena, cada quien la vive de una manera distinta, pero en mi caso ha sido la oportunidad para abonar a proyectos y para aprender nuevas cosas.
Pronto te contaremos más de este proyecto, recuerda seguirnos en redes como @hiddenjourneys.co en instagram o en facebook.